Reprograma tu mente para alcanzar equilibrio en tu vida
Últimamente,
cada vez observo más personas con problemas, derivados del estrés y la ansiedad
al que les lleva el estilo de vida al que están sujetos. No debe escapar
nuestra atención, al hecho de que en la mayoría de las situaciones, el entorno
social con el que interactuamos es el mismo, o muy parecido para todos, y sin
embargo a unos afecta enormemente en su salud, y a otros parece que no va con
ellos. Entonces, ¿Por qué de esas diferencias? ¿Qué es lo que distingue a una
persona equilibrada y en paz consigo misma, de otra nerviosa, estresada y con
serios conflictos? ¿Dónde está el secreto de la calma y que hacer para
conseguirla?
Estas y
otras preguntas, en algún momento, puede que nos las hayamos hecho, al observar
nuestro anhelo por conseguir este estado de paz y serenidad que nos hace
sentirnos felices, y que en algún momento de nuestra vida hemos llegado
levemente a vislumbrar.
La clave
está en la mente y en el alimento que a esta ofrecemos. Querer ser y vivir
felices, depende básicamente de nosotros, de lo que pensamos, de nuestro
entorno o condicionamientos externos. Todas nuestras metas, nuestros deseos,
ambiciones y sueños, dependen de nuestra actitud ante la vida, a través de los
pensamientos creados en nuestra mente. Lo que hoy pensamos y creemos de
nosotros, mañana creará una realidad. Es como un gran jardín, en donde si no
nos ocupamos de él, y lo abandonamos, crecerán malas hierbas, pero si sembramos
semillas de rosas, y las regamos con constancia, en poco tiempo, crecerán
hermosos rosales repletos de flores. Hay personas que no solamente no se ocupan
de su propio jardín, sino que están más interesados en mirar al del vecino para
criticarlo o para compararlo con el suyo, y mientras tanto la vida pasa y las
malas hierbas siguen creciendo hasta que resulta muy difícil, por no decir
imposible, poder arrancarlas de raíz.
Si
te encuentras en el grupo de personas que sufren de las consecuencias del
estrés, entonces te propongo la aplicación de una serie de pautas que podrán
cambiar tu situación. Consisten en 5 pasos que han de practicarse diariamente
al menos durante 21 días, tiempo mínimo necesario para empezar a desarrollar un
hábito y para que la mente subconsciente permita ser reprogramada. Apenas se
requiere tiempo para llevar a cabo los cinco pasos diariamente:
RESPIRACIÓN
CONSCIENTE: Al levantarte cada día, dedícate
7 ciclos a la práctica de este simple ejercicio de respiración: a) Primero
siéntate en una posición cómoda con la espalda recta, relájate y afloja
cualquier presión de la rota en tu cuerpo b) inspira por la nariz
contando mentalmente hasta cuatro c) a continuación retén el aire contando
hasta doce, y d) espira contando ocho.Siempre respira por la nariz. Pero si
notas que te produce mareos, abandona el ejercicio, o reduce los tiempos a
2-6-4., en lugar de 4-12-8. Al finalizar los 7 ciclos, continua respirando
normalmente durante 3 minutos, con los ojos cerrados y concentrándote en las
sensaciones del aire al entrar y salir por la nariz.
VISUALIZACIÓN
DEL DÍA PERFECTO:
Visualízate en el estado, situación o circunstancia que te gustaría
experimentar en la jornada que tienes por delante. Imagínate ese día perfecto,
como si fuera una realidad y te estuviera sucediendo desde este mismo instante.
Para ello repite mentalmente tu deseo en forma positiva y eliminando cualquier
negación de la afirmación, por ejemplo, “mi relación con mi jefe es tranquila y amistosa”,
y evita decir, “no me podré nervioso e irritable con mi jefe”.
EVITAR
EXPRESAR VERBALMENTE Y COMUNICARLO A LOS DEMÁS, aquello que te disgusta o
molesta de tu vida o situación actual, o incluso de otra persona. En su lugar, cuando te venga el
impulso, repite mentalmente la afirmación positiva que mejor se ajuste a la
situación. Ejemplo: momentos de ira – “soy una persona tranquila y ecuánime que siempre
lleva el control en toda situación”. Momentos de crítica – “estoy
en paz conmigo y con esa persona, cada uno tenemos que aprender de nuestro
proceso”, etc, etc.
RECORDAR
TU RESPIRACIÓN.
Durante el día, en los momentos que te acuerdes, cerrando los ojos (si no
puedes, entonces con los ojos abiertos) durante 30 segundos, observar tu
respiración como hiciste al final del ciclo de respiración de la mañana. Esto
te mantendrá en equilibrio, te permitirá conectarte con la calma y se
prolongará su efecto durante el tiempo posterior.
DAR
GRACIAS A DIOS O AL UNIVERSO, al final de la jornada antes de dormir, por las
cosas buenas que has aprendido y por el regalo de la vida que te ha tocado
vivir, para tu propio bien y por el de los seres que comparten o han compartido
tu vida en ese día.
Cinco
sencillas técnicas que practicadas durante 21 Días, darán como resultado un
cambio radical en tu vida, y comenzarás a experimentar sucesos, personas y
situaciones en línea con tu nueva actitud. Una vez que el jardín comienza a
florecer, la fragancia de sus flores alcanza a todos los lugares. Aprovecha el
regalo, y no rechaces la oportunidad que tienes ahora, no la dejes para el
futuro.
“Quién
cultiva un pensamiento, recoge una acción,
quién
cultiva una acción recoge un hábito,
quién
cultiva un hábito recoge una personalidad,
quién
cultiva una personalidad recoge un carácter,
y
quién cultiva un carácter recoge un destino.”
Lao
Tsé
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