Reiki ayuda al cuerpo a su capacidad natural de sanarse. Le da vitalidad y restablece el equilibrio energético a todos los niveles.
El practicante de Reiki puede tener
diferentes sensaciones físicas al dar un tratamiento: muchas veces se nota que
algo fluye por la manos; otras, es una sensación de calor o de frío emanando
del centro de la palma de la mano; en ocasiones se siente un picor o cosquilleo;
también, sobre todo con la práctica, se perciben sensaciones similares en la
cabeza, en el lugar del séptimo chakra, por donde entra la energía; por último
es posible detectar cosquilleo en la planta de los pies. Todo esto no son más
que confirmaciones de que la energía está fluyendo.
Simultáneamente, el receptor puede
tener sensaciones parecidas, o justo lo contrario que el practicante, por
ejemplo, siente calor cuando el practicante siente frío. Muchos receptores
entran en una profunda relajación, pudiendo incluso llegar a dormirse. Ello no
afecta al tratamiento, sino todo lo contrario: proporciona un buen descanso y
permite que la energía siga su curso a través de un cuerpo totalmente relajado.
Es importante anotar que, después de
un tratamiento Reiki, el receptor puede sentir un empeoramiento temporal de sus
síntomas. Es la llamada “crisis curativa”, y constituye otro indicio de que la
energía está trabajando. El cuerpo puede empezar a desintoxicarse, con síntomas
tales como un aumento de la función renal e intestinal. Todo ello debe
entenderse como un medio valiosos de recuperar la salud, una manifestación de
los mecanismos naturales de limpieza del organismo.
El practicante habitual de Reiki
puede tener similares reacciones, en su propio cuerpo. La energía que pasa a
través de el, despliega también en él su poder sanador. Hay un proceso de
limpieza a varios niveles que se traducirá en el desarrollo de una confianza en
el Universo y su sabiduría, adquiriendo poco a poco un nuevo entendimiento y un
sentido consciente de unidad con toda la creación. El Amor Incondicional llega
a impregnar la vida por completo.
Reiki puede usarse para tratar
plantas, animales, e incluso situaciones. En este último caso, estando en una
actitud relajada, con la sola intención, se puede mandar energía Reiki a una
situación. También se puede emplear con objetos, como cristales, coches,
comida, joyas, etc. Teniendo en cuenta que toda materia es vibración, Reiki
puede penetrar cualquier cosa y aporta beneficios.
Un caso es de especial interés es el
tratamiento del agua. El agua absorbe la energía Reiki y la mantiene durante
varios días, según se ha comprobado con varios experimentos científicos. Como
el cuerpo humano es agua en su mayor parte, el beber agua tratada con Reiki sirve
como un excelente tratamiento de apoyo.
Reiki con otros tratamientos
Reiki es compatible y complementario
con cualquier otro tipo de tratamiento. Como complemento de la medicina
tradicional, Reiki puede disminuir los efectos secundarios negativos, ayudar en
la reducción del dolor y, en general, apoyar el tratamiento médico.
El practicante de Reiki no debe
interferir nunca en las indicaciones médicas ni sugerir cambio alguno en
medicamentos, por ser este el campo de especialista en medicina alopática.
Reiki acelera el proceso de curación
de la medicina tradicional y conviene que el receptor se mantenga en contacto
con su médico por si hicieran falta cambios o disminuciones en la dosis de
medicación. Reiki también es un excelente complemento en todos los tratamientos
“alternativos”, como la homeopatía, el ayuno, los cristales, etc.
Contraindicaciones
Reiki es
siempre positivo y no existen efectos secundarios negativos. Pero, como es tan
fuerte, es necesario tener en cuenta casos en los que no se debe usar.
El primero es en personas con
marcapasos, especialmente en las zonas del pecho y la espalda, porque se puede
desequilibrar el ritmo del aparato. Otro caso es durante una intervención
quirúrgica, debido al efecto que puede tener de acortar el tiempo de la
anestesia. Si embargo, tanto antes como después de la operación, Reiki está muy
indicado.
Por último, no se debe aplicar Reiki
en casos de rotura de huesos o separación de extremidades directamente sobre la
rotura o herida, hasta que un médico haya colocado el hueso en su sitio o
cosido la extremidad separada. Eso se debe a que Reiki puede empezar a sellar
las venas y nervios tan rápidamente que luego resulte difícil unirlos. Se puede
dar tratamiento en otros lugares del cuerpo, como en las suprarrenales para
combatir la conmoción, pero no directamente sobre la rotura.
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