Tenzin Wangyal Rinpoche, dice: En occidente las
personas toman muchas pastillas, vitaminas, suplementos, así que yo le puse a
esta practica las tres pastillas: la pastilla blanca, la pastilla roja y la
pastilla azul. La pastilla blanca es la quietud del cuerpo, la roja es el
silencio del habla, y la azul es la espaciosidad del corazón, o la espaciosidad
de la mente. Entonces durante el día, cada vez que te enfrentes a un desafío
específico en tu vida, no veas ese desafío como una forma de salirte de ti mismo,
sino como una manera de entrar, de entrar a ese refugio, a ese espacio sagrado
que existe en ti.
Por ejemplo, si alguien te ha dicho algo ofensivo, o ha hecho algo poco amable, nuestra reacción normal sería mirar a la persona con el filtro de nuestro miedo o rabia, y mirar desde eso aquello que la persona hizo. Normalmente es eso lo que hacemos. Entonces, en lugar de reaccionar de esa manera, en el momento en que estés a punto de hacerlo, recuerda tomar las tres pastillas. Primero, mira hacia adentro. Mira hacia adentro, y luego recuerda la pastilla blanca. ¿Qué haces? Escucha tu cuerpo, conéctate con tu cuerpo, y simplemente siente la quietud. Tu cuerpo debe estar quieto, y siente la quietud por un momento. Luego, escucha el silencio. Puede haber ruido, voces alrededor, voces en tu mente, pero si intentas escuchar el silencio, lo escuchas. Como en este mismo momento lo puedes hacer. Luego lleva tu atención al corazón y siente la espaciosidad.
El corazón tiene siempre un lugar abierto. Lleva la atención a ese lugar, y sentirás un grado de apertura. A veces sentirás más apertura que otras, pero en alguna medida lo sentirás.
Cada vez que te conectes con alguna de estas “tres pastillas”, esta acción te guiará a la sabiduría de lo que tienes que hacer. A veces vas a sentir que en ese momento no puedes recurrir a la quietud, y no sabes qué hacer, pero si lo intentas por un momento, ese acto te dirá qué hacer. Recibirás un mensaje, te sentirás protegido en ese espacio, y te sorprenderás de cómo recibiste la respuesta de qué hacer.
Entonces el consejo que yo le doy a las personas es que se comprometan a tomar estas tres pastillas al menos tres veces al día, o incluso más. Así, cuando se vayan a dormir en la noche, se pregunten ¿me tomé las tres pastillas el día de hoy? Ese sería mi consejo”.
Por ejemplo, si alguien te ha dicho algo ofensivo, o ha hecho algo poco amable, nuestra reacción normal sería mirar a la persona con el filtro de nuestro miedo o rabia, y mirar desde eso aquello que la persona hizo. Normalmente es eso lo que hacemos. Entonces, en lugar de reaccionar de esa manera, en el momento en que estés a punto de hacerlo, recuerda tomar las tres pastillas. Primero, mira hacia adentro. Mira hacia adentro, y luego recuerda la pastilla blanca. ¿Qué haces? Escucha tu cuerpo, conéctate con tu cuerpo, y simplemente siente la quietud. Tu cuerpo debe estar quieto, y siente la quietud por un momento. Luego, escucha el silencio. Puede haber ruido, voces alrededor, voces en tu mente, pero si intentas escuchar el silencio, lo escuchas. Como en este mismo momento lo puedes hacer. Luego lleva tu atención al corazón y siente la espaciosidad.
El corazón tiene siempre un lugar abierto. Lleva la atención a ese lugar, y sentirás un grado de apertura. A veces sentirás más apertura que otras, pero en alguna medida lo sentirás.
Cada vez que te conectes con alguna de estas “tres pastillas”, esta acción te guiará a la sabiduría de lo que tienes que hacer. A veces vas a sentir que en ese momento no puedes recurrir a la quietud, y no sabes qué hacer, pero si lo intentas por un momento, ese acto te dirá qué hacer. Recibirás un mensaje, te sentirás protegido en ese espacio, y te sorprenderás de cómo recibiste la respuesta de qué hacer.
Entonces el consejo que yo le doy a las personas es que se comprometan a tomar estas tres pastillas al menos tres veces al día, o incluso más. Así, cuando se vayan a dormir en la noche, se pregunten ¿me tomé las tres pastillas el día de hoy? Ese sería mi consejo”.
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